
Despidos improcedentes: mi experiencia y cómo defenderse
Trabajar en hostelería es duro, sobre todo cuando metemos los despidos improcedentes, injustificados y fortuitos. Es un trabajo físicamente exigente, muy mal pagado y, en muchos casos, precario. Yo fui camarera durante más de dos años y puedo decir, sin miedo a equivocarme, que la