El vino previene enfermedades cardiovasculares

La tecnología es necesaria para todos los negocios culinarios, porque aumenta la productividad y mejora el servicio de atención al cliente.

Hace unos años apareció la olla OC’OO en la alta cocina. Los cocineros que han utilizado esta olla han conseguido que las frutas y verduras cambien de color y de texturas.

Incluso, una empresa de software quiere introducir pantallas interactivas en los restaurantes de cadenas rápidas para realizar pedidos mediante la inteligencia artificial (IA).

Los clientes tendrán que situarse delante de la pantalla, una cámara escaneará la edad, altura, sexo y estado de ánimo. La inteligencia artificial recomienda el menú en función de los rasgos de los usuarios.

Incluso, para elaborar el vino se necesita la tecnología. Esto lo saben bien los profesionales de Boada Tecnología, ya que disponen de gran variedad de maquinaria para la elaboración de vino, como básculas, despalilladoras, barriles, toneles y placas refrigerantes.

Ellos explican que encontrarás diferentes tipos de básculas, ya sea para cajas o para productos. La báscula transpaleta tiene una impresora.

Gracias a la tecnología también podemos utilizar la vinoteca. Es un herramienta necesaria para almacenar las botellas de vino y para mantener los vinos a la temperatura adecuada.

Antes de comprar una vinoteca debes tener en cuenta si vas a envejecer el vino o a consumirlo directamente. Todas las vinotecas tienen un indicador de temperatura que se puede cambiar por medio de botones.

Es aconsejable una temperatura de 12,5 grados, pero cada tipo de vino tiene unas necesidades de temperatura específicas:

-Los vinos tintos se dividen en dos grupos: los jóvenes, que se deben tomar a 12-14ºC, y los envejecidos, que se deben tomar entre 16 y 18ºC.

-Los vinos blancos hay que tomarlos a 8-10ºC.

-Los vinos espumosos a 6-8ºC.

-Los vinos rosados se sitúan entre los 11 y 13ºC.

No puedes beber el vino en cualquier copa, así que opta por una copa de cristal o vidrio fino y transparente. Es aconsejable no superar un tercio de la capacidad de la copa, para poder mover el vino con libertad.

Si quieres disfrutar de vino untuoso que no sea joven y soporte bien la oxidación, puedes escoger la copa borgoña. Es una copa grande, de cuello ancho y el tallo es largo.

El vino tinto contiene poderosos antioxidantes, por lo que retrasa el envejecimiento. Esta bebida contiene vitaminas, minerales, ácidos, aminoácidos, polifenoles, zinc, fósforo y magnesio.

Varios estudios han comprobado que incrementa los niveles de colesterol HDL (bueno) y mejora la función cognitiva. Incluso, es un aliado contra la grasa porque activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa.

Los polifenoles del vino tinto y las uvas pueden mejorar la microbiota intestinal. Más beneficios que aporta el vino: evita la formación de coágulos de sangre, incrementa la producción de endorfinas, combate las caries, previene enfermedades cardiovasculares, mejora el colesterol, reduce el riesgo de padecer artritis reumática, etc.

Antes de comprar el vino debes mirar la etiqueta para saber los datos referidos a la bodega, la graduación alcohólica, la variedad de uva, el origen del vino, etc.

En España es obligatorio informar en la etiqueta si el vino forma parte de una Denominación de Origen (DO) o de una Indicación Geográfica Protegida (IGP). Si no quieres un vino con mucho porcentaje de alcohol, escoge uno que no supere el 13%.

En la etiqueta puede aparecer recomendaciones de maridaje, es decir, aquellos alimentos con los que mejor armonice el vino.

«Como regla general los quesos ácidos, frescos o cremosos van muy bien con vinos blancos o espumantes secos, ácidos y/o frutales. Los quesos grasosos lucen mejor con tintos de buen cuerpo», informa la revista Vinetur.

Para disfrutar de un plato de marisco, puedes escoger un buen vino blanco. A los pescados blancos les va bien los blancos secos ácidos, pero también los de tonos más dulces.

Para el salmón, la caballa, el atún o la trucha, se puede usar un blanco mediterráneo o un tinto ligero.

Si quieres presentar un postre con chocolate blanco o con leche, te recomendamos un vino blanco, afrutado y dulce, o rosado. Pero si el cacao es puro y amargo, opta por un vino tinto y con cuerpo.

Sin embargo, si preparas alcachofas evita el vino, porque notarás un cierto sabor metálico, ya que son ricas en cinarina.

Este verano puedes disfrutar de
una jarra de sangría con un plato de paella. Los ingredientes que se utilizan para preparar esta bebida son: vino tinto, azúcar y frutas.

Debes saber que si se consume de manera moderada favorece la salud cardiovascular. Las mejor opción es usar fruta de temporada, en verano puedes añadir sandía o melón.
Es recomendable dejar la sangría durante 24 horas macerando y enfriando en la nevera.

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