Unos de los adornos decorativos más apreciados por la gente son las figuras de porcelana, de bronce o de otros materiales que interpretan o reproducen obras de arte famosas. Sin duda, esta tendencia refleja la fascinación que sentimos por el arte y el deseo de tenerlo cerca de nosotros. Te hablamos de algunas de estas obras que inspiran los adornos que encontramos en muchos hogares.
En las tiendas de souvenirs de Barcelona, unos de los objetos que más llaman la atención es la reproducción del templo de la Sagrada Familia en maqueta de resina, cerca de él, es probable que encontremos una figura de porcelana que imita el lagarto de Gaudí que está a la entrada del parque Güell. Hablando con alguno de los dependientes nos dicen que son unos de los objetos más vendidos. Un producto que nunca se puede quedar fuera de stock.
Por lo que nos cuenta, la gente lo compra y lo coloca en un lugar destacado de su comedor o en una repisa de la habitación.
Más allá de que llevarnos uno de estos objetos atestigua que estuvimos en Barcelona, adquirirlo refleja nuestra admiración por el arte. Es así. Gaudí vende. Como venden las grandes obras de arte.
Todas las tiendas que hay cerca de los grandes museos venden láminas que reproducen los cuadros más famosos que se exponen en el museo. Esto es algo que llevo conociendo desde que era pequeño. Actualmente, esa difusión del arte ha dado un salto en cuanto a la decoración de la casa. Grandes casas, como Lladó, basan sus figuras de porcelana en obras emblemáticas de la historia del arte.
Lo hacen así porque el público lo demanda. Porque existe un mercado consolidado para estos productos. Y, cómo no, porque el arte inspira al arte. Estos son algunos ejemplos destacados.
Las Meninas.
Uno de los objetos de este tipo que más me han llamado la atención, son las figuras de porcelana de las Meninas que se venden en la conocida tienda de artículos de regalo de Madrid Artestilo. La infanta Margarita y sus damas de la corte aparecen reflejadas en figuras independientes de fina porcelana blanca, con los detalles de sus corpiños y sus abultadas faldas pintadas con colores vistosos.
Para muchos expertos, las Meninas es el cuadro total. Una expresión majestuosa del dominio de los planos, la técnica, la luz y la perspectiva.
Las Meninas fueron pintadas por Diego Velázquez en 1656 por encargo del rey. El pintor nunca le dio este nombre. En un principio, el cuadro se titulaba “La familia de Felipe IV”. Fue la denominación popular quien terminó rebautizándolo el cuadro con el nombre con el que pasó a la posteridad.
El cuadro de las Meninas es el anti-retrato por varias razones. En primer lugar, porque es un retrato pintado de espaldas. Diego de Velázquez aparece en el centro de la composición pintando el cuadro. En la pared de fondo del salón, que sirve de escenario, hay un espejo en el que se refleja al rey y la reina. Se supone, que los que posaban para el retrato eran los reyes y no su hija y su corte.
En el primer plano se retratan al perro mastín de la infanta, al enano Nicolasito Pertusato y a la enana Mari Bárbola, los bufones de la corte. Los personajes que más le llamaban la atención a Velázquez.
Ya, en un segundo plano, aparece la infanta Margarita, con 5 años de edad, escoltada a ambos lados por sus damas de compañía: Isabel de Velasco, hija del conde de Fuensalida; y María Agustina Sarmiento, hija del conde de Salvatierra.
En el siguiente plano, aparece el pintor de pie, claramente reconocible, vestido con su traje de gala de caballero de la orden de Santiago, pintando el cuadro. Todo hace pensar que Las Meninas es un autorretrato de Velázquez en una posición privilegiada socialmente. Nunca el pintor sevillano estuvo tan cerca de ser parte importante de la corte como en aquel cuadro.
Algunos historiadores recalcan el interés que tenía Velázquez por pertenecer a las altas esferas de la sociedad del momento. En varias ocasiones solicitó al rey que le concediera un título nobiliario, cosa que nunca hizo.
Otro de los elementos transgresores lo encontramos al fondo del cuadro. Para crear un foco de luz, Velázquez deja la puerta de la sala abierta. Tras ella aparece retratado José Nieto, uno de los criados de la reina. Servidumbre, bufones y pintor aparecen retratados al mismo nivel que la realeza.
El pensador de Rodin.
La casa Lladó ha utilizado la famosa escultura de bronce del pensador de Rodin como modelo para varias de sus figuras de porcelana. Lo hace en algunos objetos como figura completa y otras veces retratando solo la mitad del cuerpo, en lo que parece una interpretación libre.
Esta escultura, de un tamaño un poco superior al natural, mide 70 cm de alto, fue fundida en bronce por el escultor francés Auguste Rodin en 1880. En ella aparece un hombre desnudo, sentado, en actitud pensativa, con la cabeza para abajo, sujetada en la barbilla por la mano derecha, cuyo codo se apoya en la rodilla.
Cuenta la historiadora Mari Sol Román, en su blog personal, que para realizar esta obra, Rodin se inspiró en el arte clásico griego y sobre todo en el Moisés de Miguel Ángel y en las esculturas de la tumba de Lorenzo de’ Medici, esculpidas también por este artista italiano del renacimiento. Desde luego, la inspiración de Miguel Ángel en esta obra de arte es más que evidente.
El Pensador, que en un primer momento se llamó “El Poeta”, fue un encargo que realizó el Museo de Arte Decorativas de París en un intento por crear un conjunto monumental inspirado en la Divina Comedia de Dante. La escultura de Rodin, representaba al propio Dante postrado ante las puertas del infierno.
Esta escultura sobrepasó el proyecto para el que fue encargado y es, desde sus orígenes, una de las esculturas de bronce más famosas de la historia, conocida por todo el mundo. Lo que hace que no sea extraño que la gente quiera tener una réplica en casa.
El patio de los leones de la Alhambra.
Los joyeros que reproducían la fuente central del patio de los leones de la Alhambra fueron un objeto decorativo popular durante la segunda mitad del siglo XX. Hoy se han convertido en una pieza de coleccionista.
Yo recuerdo que mi madre tenía uno sobre una consola del dormitorio de matrimonio. Era de resina blanca, con el pórtico de columnas y arcos árabes que le rodeaba. La fuente se podía coger con la mano, y al levantarla, dejaba abierto un cofre en el que se podían guardar las joyas.
Las interpretaciones de este emblemático patio del palacio granadino son múltiples y variadas. Algunos adornos intentan reproducir todo el patio, mientras otros se limitan a copiar la fuente.
La página web del Patronato de la Alhambra señala que este patio refleja la composición de la casa tradicional árabe, recogida de la casa romana. Con un patio central que sirve de distribuidor para todas las estancias de la casa. En el eje central del patio se encuentra la fuente, en alusión al agua, el origen de la vida.
La Alhambra fue construida por partes, en diferentes momentos históricos. Este patio, en concreto, lo encargó el rey Mohamed V en su segundo mandato, entre 1362 y 1391. Quién tras, después de haber sido derrocado por otros nobles árabes que pretendían reinstaurar un sistema de reino de Taifas, el monarca recuperó el poder y mandó construir el patio como homenaje a su triunfo.
El patio de los leones coincide con el periodo de máximo esplendor de la dinastía Nazarí. Todo el patio es una síntesis de los diferentes estilos artísticos que imperaban en Al-Ándalus.
Las escenas de Goya.
Por último, cabe destacar las figuras inspiradas en los cuadros costumbristas que Francisco de Goya pintara a finales del siglo XVIII como modelo para la Real Fábrica de Tapices de Aranjuez. Se trata de cuadros tan emblemáticos como “La Gallinita Ciega”, “La Pradera de San Isidro” o “El juego de la pelota.” Cuadros que se dedicaban a reflejar las costumbres de ocio del pueblo madrileño de aquella época.
Las figuras goyescas son bastante apreciadas. Tanto es así, que existen coleccionistas de estas figuras, los cuales llegan a emular algunos de estos cuadros en vitrinas como si estuvieran componiendo un belén de una escena de Navidad.
Las majas goyescas han sido una fuente de inspiración para la casa Ladro, quien ha elaborado figuras basadas en los cuadros de Goya en diferentes colecciones desde que se fundó en 1953. Entre estas figuras encontramos jóvenes engalanadas que iban a divertirse al campo, y sirvientas que van a por agua a la fuente. Todo ello, junto a creaciones propias que siguen la estética de los cuadros de Goya, como la niña estudiante o la niña con sombrilla.
Esto es solo un ejemplo. Existen muchas obras de arte que sirven de modelo a objetos decorativos. Seguro que tú conoces alguna.