El del vino es uno de los negocios más importantes de toda nuestra economía. Hay algunos sectores que, dentro de nuestro país, son realmente importantes y que lideran todos los registros del PIB. Seguro que, al hablar de ello, os vienen a la cabeza los sectores de la construcción, el turismo, la hostelería… pero lo cierto es que hay más actividades que tienen un impacto de lo más positivo en la economía nacional. Uno de ellos es el mercado del vino, que es el protagonista de los párrafos que vamos a compartir con todos vosotros y vosotras a continuación y que cada vez cuenta con una mayor presencia de mujeres en sus filas.
Las mujeres ya cuentan con una gran importancia en todos los sectores de actividad. Las cosas han cambiado mucho de un tiempo a esta parte y la verdad es que son muchas las empresas que cuentan con ellas y cuyos directores (que siguen siendo mayoría que las directoras, todo sea dicho) consideran, como debe ser, que ellas tienen tantas capacidades como ellos. Ni que decir tiene que este cambio de mentalidad no solo ha hecho posible que exista una mayor justicia en nuestra sociedad, sino que también ha proporcionado al negocio del vino en concreto una manera diferente de hacer las cosas. Nunca viene mal que así sea.
El mercado del vino y las empresas que lo confirman han sido una referencia en lo que tiene que ver con la incorporación de la mujer a los puestos directivos y de gran responsabilidad en sus empresas. Así nos lo han hecho saber desde Plantvid, entidad especializada en la provisión de cepas de vid y que, según manifiestan sus dirigentes, ha hecho negocios con empresas y bodegas del sector vinícola español en la que las mujeres ocupan posiciones de mando relevantes. En algún caso, incluso están al cargo de la dirección general de la empresa. En un mercado que ha sido tradicionalmente masculino como el del vino, las cosas han cambiado mucho y una de las mejores pruebas es la que os hemos transmitido.
Ese es uno de los grandes secretos que se pueden guardar en una actividad como esta. La combinación de personas de diferente condición (hombres, mujeres, jóvenes, personas más mayores…) hace que se tenga una variedad mayor de perfiles y que podamos desempeñar un abanico más amplio de actividades. Por eso es una negligencia descartar para nuestro negocio y porque sí a cualquier tipo de persona por razones de sexo o edad. Se trata de un error del que siempre nos terminamos arrepintiendo, ya sea antes o después.
Para competir con garantías en un mercado como este, siempre es necesario contar con esa variedad de perfiles. El mercado del vino, como hemos dicho al principio, es uno de los más importantes de la economía española y uno de los que presenta una competencia más feroz. Si no somos capaces de contar con personas de diferentes condiciones, está claro que vamos a tener un margen de maniobra más pequeño en determinadas situaciones. Y no podemos permitir que así sea. Ahí puede residir la clave de nuestro éxito.
Algunos de los datos que nos deja el mercado del vino español
España es una referencia mundial en lo que tiene que ver con el vino. Hemos querido tirar de un estudio desarrollado por el portal web Statista en el que se pone de manifiesto que nuestro país, en 2022, es el que contaba con una mayor superficie de viñedos en todo el mundo. La superficie era de 955.000 hectáreas, un dato que nos hace desmarcarnos del que seguramente sea nuestro gran rival, Francia, que contaba con 812.000. Hay que estar atentos y atentas a la evolución de un país como lo es China, que ya bordea las 800.000 hectáreas. Italia, que es otro de los grandes animadores de este tipo de sector, es el cuarto clasificado en esta materia con algo más de 700.000 hectáreas.
En lo que a producción se refiere, España es el tercer país del ranking de acuerdo con una información publicada por la página web Interempresas. Francia e Italia copan las dos primeras posiciones del mismo, pero eso no quiere decir ni mucho menos que sus vinos sean mejores. En lo que a calidad se refiere, en España podemos estar bastante satisfechas. Nuestro vino es reconocido en todo el mundo y, de hecho, las exportaciones que realizan las empresas de nuestro país son cada año un poco más grandes. ¿Los países de destino? La verdad es que hay un poco de todo. Uno de nuestros grandes clientes es Estados Unidos (y eso que este país también se encuentra en la clasificación de Statista de la que os hemos hablado más arriba). Y ocurre exactamente lo mismo con China. Tampoco nos debemos olvidar del mercado europeo, que ve con buenos ojos el vino que cruza los Pirineos.
Este sector nos ha dado muchas alegrías a lo largo de su existencia y todavía hoy lo sigue haciendo. Ya no solo produce esas alegrías a causa de que sus datos son de lo más positivos. También es importante recalcar que es uno de los que más se puso las pilas en su día con la incorporación de la mujer al mercado laboral y su posterior entrada en puestos de responsabilidad. Por tanto, su carácter social también hay que remarcarlo y debe servir de ejemplo para otras muchas actividades económicas que necesitan una mejora sustancial en este sentido.
Un apoyo que resulta clave para la mujer rural
Hay otro punto que nos gustaría destacar en este artículo y es el de la mujer rural, que tradicionalmente ha sido una de las grandes perjudicadas en lo que al acceso al mundo rural se refiere. El hecho de que muchas de las empresas del sector vinícola se encuentren en lugares rurales y alejados teóricamente de las grandes ciudades abre la posibilidad de que se contrate a personas que todavía se resisten a vivir en una de esas grandes ciudades. Esa es una buena noticia, sin duda, porque permite que el empleo llegue a todos los sitios y todo el mundo tenga la posibilidad de tener un empleo digno.
Ni que decir tiene que esta, además, es una de las cosas que permite que la despoblación que sufren muchas zonas en España se frene. Si no fuera por el negocio del vino, estamos convencidos de que la vida de nuestros pueblos estaría más apagada y que la posibilidad de que se desarrollara un cierto tejido económico en este tipo de lugares sería mucho más pequeña. Por decirlo de alguna manera, creemos que el sector vinícola tiene una función como de justiciero social que permite que personas de diferentes condiciones tengan acceso a un puesto de trabajo digno.
Lo mejor de todo es que, en el futuro, a este sector no le queda más remedio que continuar siendo como hoy lo es. Debemos tener en cuenta, en este sentido, que el del vino es un sector que depende de la tierra, del espacio. No se puede plantar en cualquier lado, tiene que haber unas condiciones determinadas para que el vino sea de la mejor calidad, para lo cual, por cierto, también es preciso que la planta por la que apostemos sea la mejor. Para que todo eso se cumpla, lo mejor es que el terreno en el que se cultive esté lejos de las grandes ciudades. Solo con la contaminación que tienen algunas de ellas, tendríamos problemas casi irreparables.
Tenemos que seguir haciendo del vino una de las principales señas de identidad de un país como el nuestro. Todo lo que nos proporciona son ventajas, así que su existencia es algo parecido a un tesoro y de la que no podemos dejar de presumir. Competir con los países que más producen y vencerles tiene que estar en la mente de todas y cada una de las personas que formen parte de una actividad como esta, sean hombres, mujeres, gente joven o personas más mayores. Caminando todas en la misma dirección, es evidente que lograremos resultados más acordes a nuestras expectativas y a las necesidades de las que disponen las empresas vinícolas.
De todos los productos gastronómicos que son propios de un país como el nuestro, el vino es uno de los más importantes. Y fijaos que resulta complicado que así sea. Es como destacar en el Real Madrid. Por eso decimos que siempre hay que presumir de un sector como este, de los datos que nos proporciona, de la función que tienen las mujeres dentro de él y del reconocimiento internacional que provoca que tenga un país como el nuestro. Aunque es verdad que tenemos muchos productos que pueden destacar en el plano internacional, hay pocos que lo hagan de la manera en la que lo hace el vino español en cada una de sus gamas y tipos. Sin duda alguna este es el mejor referente de lo que conocemos como Marca España.