Ayudas a tener en cuenta para impartir tus cursos

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En los últimos años, un montón de gente ha decidido hacerse autónoma. Ya sea porque quieren ser sus propios jefes, porque han encontrado una oportunidad en el mercado o simplemente porque el trabajo tradicional no les convence, cada vez más personas están emprendiendo a pesar de los impuestos. Y, hay que decir que, dentro de esta tendencia, muchos han visto en la formación una forma inteligente de ganar un dinero extra y reforzar su marca personal.

Si todavía no te lo has planteado, impartir cursos puede ser una manera increíble de aprovechar lo que sabes y convertirlo en ingresos. Además, es una oportunidad para conectar con más personas dentro de tu sector y demostrar que eres un experto en lo tuyo. Y lo mejor es que hay un montón de áreas en las que podrías dar clases sin necesidad de volverte loco con la logística.

 

Sectores donde impartir cursos es una gran opción

Dependiendo de a qué te dediques, la opción de dar cursos puede encajar mejor de lo que crees. Por ejemplo, si eres o si te dedicas a:

  • Si eres escritor autónomo: Hay muchas maneras de enseñar escritura. Puedes ofrecer cursos de redacción creativa, ayudarte a escribir mejor en redes sociales, enseñar cómo crear un libro desde cero o incluso cómo autopublicar y vender en Amazon. También podrías enseñar copywriting, que es una habilidad muy demandada.
  • Si eres pintor o ilustrador: Mucha gente quiere aprender a dibujar, pero no sabe por dónde empezar. Puedes hacer talleres presenciales u online sobre técnicas básicas, pintura en acuarela, ilustración digital o incluso cursos de dibujo anatómico. También podrías enseñar cómo vender ilustraciones en plataformas como Etsy o crear una marca personal como artista.
  • Si trabajas en diseño gráfico: Mucha gente necesita aprender a usar herramientas como Photoshop o Illustrator, pero también hay una gran demanda de cursos sobre diseño de redes sociales, branding o UX/UI. Si tienes experiencia en esto, puedes hacer cursos prácticos que enseñen lo que realmente se usa en el mundo laboral.
  • Si eres entrenador personal: No todo el mundo quiere ir a un gimnasio, pero sí mejorar su salud. Puedes ofrecer cursos sobre entrenamiento en casa, técnicas de levantamiento de pesas, planificación de rutinas o incluso nutrición para deportistas. También podrías hacer asesorías personalizadas.
  • Si eres desarrollador web o programador: La programación sigue siendo una de las habilidades más buscadas. Puedes hacer cursos de introducción a la programación, desarrollo de apps, diseño web con HTML y CSS o incluso enseñar a utilizar herramientas como WordPress.
  • Si eres fotógrafo: Puedes enseñar desde lo básico (cómo usar una cámara en modo manual) hasta técnicas avanzadas como fotografía de retrato, edición en Lightroom o fotografía de producto. También podrías hacer cursos de negocio para fotógrafos.
  • Si trabajas en marketing digital: SEO, redes sociales, publicidad en Facebook e Instagram, email marketing… son áreas donde mucha gente necesita formación. Si tienes experiencia en esto, hay muchas oportunidades para dar cursos tanto a particulares como a empresas.
  • Si eres artesano: Manualidades, cerámica, carpintería, costura… Hay un auge de personas interesadas en aprender oficios artesanales y que estarían dispuestas a pagar por clases bien estructuradas.

Como ves, no hace falta ser profesor para dar clases. Solo necesitas saber de un tema y estructurarlo bien para que otros lo aprendan.

 

Opciones que podemos aprovechar

Si quieres dar cursos y hacerlo bien, hay herramientas y recursos que pueden facilitarte la vida. Como estos que te presento aquí:

Herramientas interactivas

Usar tecnología en la enseñanza hace que los cursos sean más dinámicos y fáciles de seguir. Estas son las herramientas que más se suelen usar:

  • Zoom o Google Meet: Si das clases online, estas plataformas te permiten compartir pantalla, interactuar con los alumnos y grabar las sesiones para que puedan verlas después.
  • Moodle o Teachable: Son plataformas donde puedes estructurar cursos con módulos, vídeos, exámenes y foros para que los alumnos vayan a su ritmo.
  • Canva o PowerPoint: Para hacer presentaciones atractivas y que la información sea más visual.
  • Kahoot! o Mentimeter: Para hacer encuestas y juegos interactivos que hagan la clase más entretenida y participativa.

Ayudas del gobierno

Si te informas y buscas bien, también hay varios programas del gobierno que pueden echarte un cable:

  • Cursos bonificados por FUNDAE: Si te registras como entidad formadora, las empresas pueden contratarte para capacitar a sus empleados y beneficiarse de bonificaciones.
  • Subvenciones y ayudas autonómicas: Algunas comunidades autónomas ofrecen ayudas específicas para la formación de trabajadores y emprendedores. Vale la pena echar un vistazo.
  • Financiación para formación: Algunos organismos ofrecen créditos o subvenciones para proyectos educativos. Esto puede servirte si quieres invertir en una plataforma o alquilar un espacio.

Espacios coworking y alquiler de salas de reuniones

Si prefieres dar cursos presenciales, tener un buen espacio es algo fundamental. No siempre es viable hacerlo en casa o en una cafetería, por lo que alquilar una sala puede ser una gran opción.

Empresas como CN Centros de Negocios, con ubicaciones en Madrid y Sevilla, han visto cómo cada vez más autónomos y empresas utilizan sus instalaciones para impartir formaciones y reuniones. Estos espacios están equipados con proyectores, pizarras, conexión a internet y mobiliario adecuado, lo que te permite ofrecer un entorno profesional sin necesidad de grandes inversiones. Puedes alquilarlos por sesión, día o mes, según lo que necesites.

 

Consejos extra para impartir cursos con éxito

Para que tus cursos sean realmente buenos y la gente quiera recomendarlos, sigue estos consejos, no te vas a arrepentir:

  • Define bien tu curso: Explica desde el principio qué van a aprender los alumnos y qué resultados pueden esperar.
  • Usa materiales complementarios: PDFs, guías, vídeos y ejercicios hacen que el aprendizaje sea más completo.
  • Fomenta la participación: Haz preguntas, deja que la gente comparta experiencias y propón ejercicios prácticos.
  • Haz pruebas antes de lanzarte: Un curso piloto con amigos o conocidos puede ayudarte a detectar mejoras antes de venderlo.
  • Entrega un certificado: Aunque no sea oficial, la gente valora tener algo que demuestre lo que ha aprendido.

Lo que no debes hacer en ningún caso:

  • No sobrecargar de teoría: Es mejor dividir la información en bloques fáciles de digerir.
  • No improvisar demasiado: Un curso bien planificado tiene mejor estructura y engancha más.
  • No hablar en jerga técnica: Adapta el lenguaje a tu audiencia para que todo el mundo entienda.

 

Cómo crecer profesionalmente en este sector

Si ves que impartir cursos te funciona bien, hay muchas formas de seguir creciendo:

  • Grabar y vender cursos online: Plataformas como Udemy o Hotmart te permiten generar ingresos pasivos. Una vez que creas un curso bien estructurado y de calidad, puedes venderlo una y otra vez sin necesidad de estar presente en cada sesión. Además, puedes complementar estos cursos con e-books, guías o materiales extra para aumentar su valor.
  • Ofrecer mentorías personalizadas: Hay gente que prefiere un trato más directo y personalizado, y está dispuesta a pagar más por ello. Puedes ofrecer sesiones individuales donde adaptes la enseñanza a las necesidades concretas de cada persona. Incluso podrías vender paquetes de mentoría con seguimiento a lo largo de varias semanas.
  • Especializarte: Si te vuelves un experto en un área concreta, podrás cobrar tarifas más altas. Los nichos más específicos suelen tener menos competencia y mayor demanda de formación de calidad. Por ejemplo, si eres diseñador, en lugar de dar un curso general de Photoshop, podrías hacer uno especializado en diseño de interfaces o retoque fotográfico avanzado.
  • Ampliar tu red de contactos: Colaborar con otros profesionales te abrirá nuevas oportunidades. Puedes asociarte con otros formadores para crear programas más completos, organizar eventos o compartir alumnos. También puedes asistir a conferencias, ferias y encuentros de networking para hacerte visible en tu sector.
  • Formar equipos: Si la demanda crece, puedes contratar a otros formadores y expandir tu negocio. De esta manera, puedes ofrecer más cursos, cubrir más temáticas y aumentar tu facturación sin tener que hacerlo todo tú solo. También puedes crear tu propia academia online o presencial y construir una marca educativa sólida.
  • Crear una comunidad: Tener un grupo de alumnos y seguidores fieles te permite mantener un flujo constante de clientes. Puedes crear un grupo en redes sociales, un canal de YouTube o un blog donde compartas contenido gratuito y, de paso, promociones tus cursos y mentorías.
  • Lanzar programas avanzados: Si ya tienes cursos básicos, podrías ofrecer programas de nivel intermedio o avanzado para quienes quieran seguir aprendiendo contigo. Estos cursos suelen tener precios más altos y un público más comprometido, lo que aumenta tu rentabilidad.

En definitiva, si impartir cursos es algo que te apasiona y te funciona bien, hay muchas formas de llevarlo al siguiente nivel y convertirlo en un negocio estable y rentable.

 

¡Tú puedes con todo!

Dar cursos como autónomo es una oportunidad brutal para ganar dinero extra y posicionarte como referente en tu sector. Con los recursos adecuados y una estrategia clara, puedes hacer de la formación una parte esencial de tu negocio. Si aún no te lo has planteado, ahora es el momento perfecto para hacerlo. ¡A por ello!

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