Por lo general, las mujeres tienen bastante claro la importancia de la imagen. Saben arreglarse para cada ocasión sin perder su identidad. Cosa que no nos sucede a los hombres, que solemos ser más monótonos. En el mundo de los negocios, la imagen tiene una importancia primordial, más aún, en el caso de las mujeres, que tienen que abrirse un hueco que hasta el día de hoy lo tienen bastante restringido. Veremos en este artículo cuál es el tipo de joyas más adecuado para una emprendedora dependiendo de la situación.
La mujer emprendedora de hoy quiere que se le valore por sus méritos. Está claro que no va a descuidar su imagen. Va a ofrecer una presencia que denote profesionalidad e inspire confianza, pero no quiere que se le aprecie únicamente por tener una cara bonita. Su ropa y los complementos, entre ellos las joyas, van a estar al servicio de reforzar su presencia. Quiere que se le considere por su discurso, por su forma de pensar y por los frutos de su trabajo.
Los especialistas en joyería de Serrano Joyeros, una cadena de joyerías que trabaja principalmente online, opinan que lo más importante es que la mujer emprendedora se sienta cómoda con las joyas que lleva. No se trata de aparentar algo que no se es. Un accesorio como las joyas nos puede infundir confianza, tanto como restarla. Si la emprendedora no está a gusto con las joyas que lleva, se sentirá nerviosa y no podrá transmitir con naturalidad el mensaje que desea.
Otro aspecto importante es que al igual que hay un look para cada ocasión y no conviene vestir siempre de la misma manera, también hay unas joyas adecuadas para cada situación. No vamos a hablar, principalmente, de las piezas que se tiene que poner la mujer de negocios, pero sí del estilo o enfoque adecuado según las circunstancias. Estas son las joyas más apropiadas para una emprendedora dependiendo del momento.
Joyas para una reunión de trabajo.
Para asistir a una reunión de negocios, una mujer no necesita vestir un traje de chaqueta, como sucedía décadas atrás. Hay un sinfín de combinaciones por las cuales una empresaria puede lucir elegante sin necesidad de vestir un traje completo. Puede llevar un pantalón informal o un vestido y por encima ponerse una chaqueta blazers. O vestir un pañalón de traje acompañado de otras prendas más actuales.
Lo importante es que la mujer ofrezca una imagen seria y un estilo combinado. Esa capacidad para combinar piezas de ropa refleja creatividad y denota habilidad para resolver los asuntos de una manera eficaz.
Al igual que la ropa, los complementos deben estar integrados en el conjunto. Es adecuado llevar un bolso y unos zapatos a juego, y unas joyas que, sin acaparar las miradas, sean capaces de llamar la atención, en un momento determinado.
Las joyas, por tanto, deben ser discretas. Realzar el conjunto sin llegar a eclipsarlo. La presencia de joyas en una reunión de este tipo denota atención por los detalles. Una joya adecuada puede ser un anillo discreto con una gema engarzada, que aporte un brillo sutil, una cadena de oro blanco con un colgante con el que la portadora se sienta identificada, en caso de que lleve el cuello al descubierto, y una elegante pulsera de plata, si la indumentaria le deja los brazos a la vista. En todo momento, la combinación de tonos y colores es fundamental.
El outfit que luce la emprendedora le proporcionará una imagen accesible que le permitirá entablar contacto con los otros miembros de la reunión. Después, deberá ganárselos con su intelecto, su profesionalidad y sus habilidades sociales, que es lo que realmente busca.
Joyas para ir a la oficina.
Cómo es lógico, la mujer empresaria no va a ir vestida a la oficina un día cualquiera, como lo haría en una reunión en la que se juega un contrato decisivo, ni va a llevar las mismas joyas.
Las joyas son el complemento que pone broche al look con el que se presenta en el trabajo. Debe sentirse cómoda con ellas y estar a la altura de la elegancia y pulcritud que se espera. En este sentido, la revista LRG Magazine señala que menos es más. Una pulsera, un colgante y unos pendientes es toda la joyería necesaria para ir a trabajar. Cuantas más joyas se lleven y más vistosas sean, menos seriedad transmiten y menos confianza inspiran. Estos son otros consejos valiosos para elegir las joyas apropiadas para llevar a la oficina.
- Apostar por un estilo formal. Lucir una estética elegante, discreta y con buen gusto refleja profesionalidad. No es necesario resaltar sobre el resto de las trabajadoras, ni aunque se ocupe un puesto directivo. Si vistes elegante, pero dentro de la tónica dominante, tus subordinadas te verán más cercana y estarán más propensas a colaborar contigo. En este sentido, las joyas deben denotar buen gusto, pero no ser demasiado estridentes.
- Tu estilo se aprecia en los detalles. Un aspecto importante a la hora de ir a trabajar es sentirse cómoda y segura. Por tanto, una no debe renunciar a su personalidad, ni al estilo que le caracteriza. Esto se aprecia en los detalles. Por ejemplo, un colgante montado sobre una pieza de cuero es elegante, a la vez que informal. Mientras, un conjunto de tres piezas formado por pulsera, pendiente y gargantilla refleja un aire más sofisticado. Es importante no desentonar con el resto de la plantilla, sobre todo si se ocupa algún puesto directivo. Si tú eres la primera en saltarte las reglas, cómo vas a infundir disciplina al resto.
- Cambia de joyas a diario. Igual que te cambias de ropa cada día, es interesante cambiarte de joyas, buscando que combinen con el conjunto. No se trata de tener un joyero nutrido. Basta con poseer unas cuantas joyas e ir alternándolas unas con otras.
- Apaga los reflejos. Una joya con diamantes o con alguna piedra preciosa llamativa como el rubí o las esmeraldas, puede ser elegante para asistir a una fiesta, pero se encuentran fuera de lugar en un ambiente laboral. Lo mismo sucede con algunas joyas tintineantes. Pulseras que hacen ruido cuando mueves la muñeca o mientras vas caminando. Te restan seriedad.
- Ojo con los símbolos. Muchas joyas están diseñadas con símbolos, algunos tienen un carácter más general como un trébol o una estrella, mientras otros tienen un significado religioso, político o social. Hay que evitar en el trabajo hacer referencias a contenidos políticos o apoyar algún tema social que pueda resultar delicado para según qué personas. Además de despertar controversias, lo peor de todo es que ensucia tu imagen profesional. No significa que renuncies a tus ideas. Las podrás defender hablando con la gente en el lugar adecuado.
Joyas para hablar en público.
Otra situación en la que se puede ver envuelta una emprendedora es la posibilidad de impartir una conferencia o dar un discurso en un evento público. ¿Qué joyas debe ponerse para la ocasión? El experto en comunicación Sebastián Lora señala que debes ir un poco más formal que el resto de asistentes, pero sin pasarse. Esto es por una sencilla razón. El público debe empatizar contigo y considerar que perteneces al grupo, pero, al mismo tiempo, debes marcar cierta autoridad.
Así, por ejemplo, si todos los asistentes a la conferencia visten con traje, debes vestir elegante, con ropa de calidad y ponerte joyas valiosas (oro o plata), pero sin demasiados accesorios brillantes.
Si, por otro lado, los presenten visten con ropa informal, con que te pongas unos vaqueros, con una americana y una gargantilla al cuello, es suficiente.
Evita joyas que se muevan demasiado. Si llevas un collar o unos pendientes grandes y llamativos, actuarán como un péndulo. La gente estará más pendiente del movimiento de las joyas que de lo que estás diciendo. Las joyas cerca del micrófono hacen ruido al moverse. Por pequeño que sea su sonido, supone una distracción suficiente como para que la gente deje de seguirte.
Otra cuestión a tener en cuenta es evitar piedras preciosas en el contorno de la cara. Pendientes, gargantillas, etc. En las conferencias, el escenario suele estar iluminado con focos, la gente quiere ver la cara del ponente. Piedras preciosas como los brillantes reflejan la luz y dificulta que puedan verte.
Para ver qué look es el más adecuado para hablar en público, es interesante partir de un estudio que se realizó en el 2011 en la universidad de Saint Mary en Halifax, Canadá. En él se recogió la opinión de 257 alumnos acerca de fotografías de profesores universitarios vestidos de manera formal, semi-formal y casual.
Las conclusiones del estudio indicaban que los profesores que vestían de una manera más formal infundían una mayor credibilidad, mientras que lo hacían con un estilo más casual se les consideraba más cercanos y empáticos.
La similitud genera confianza y complicidad. Las personas tendemos a valorar los puntos en común, pero ojo, ser similar no es ser igual. Por tanto, la emprendedora debe marcar la diferencia, y en ello las joyas son un accesorio a su servicio.