Sigue habiendo desigualdades entre hombres y mujeres a la hora de ocupar puestos de alta dirección en las empresas de nuestro país. Ellos siguen siendo los que ocupan la mayoría de los cargos, si bien las mujeres están empezando a recortar algo de terreno en los últimos tiempos. Se trata de una desigualdad que ha sido una constante a lo largo de la Historia y que hay que terminar de derribar por completo. Hombres y mujeres son igualmente válidos para ocupar la alta dirección de una empresa y también para cualquier puesto de trabajo que se precie.
Para que veáis que mi punto de partida no es una falacia, enlazaré una noticia del diario El Economista en la que se dice que solo el 6% de las direcciones generales de las empresas en España están ocupadas por mujeres. Estamos hablando de un porcentaje paupérrimo y que pone de manifiesto esa desigualdad que estaba denunciando en el primer párrafo. Es un porcentaje que no es fiel a la realidad y por el que muchas empresas están socavando su capacidad de desarrollo. Y es que, con ese porcentaje, es evidente que se está dejando a mucha gente capaz de dirigir una empresa al margen de ello.
Es verdad que, en líneas muy generales y muy básicas, los hombres y las mujeres pueden tener prioridades diferentes para dirigir una empresa y obtener de ella la máxima cantidad de ingresos posible. Pero hay ejemplos más que de sobra de empresas que han sido gestionadas por mujeres y que son absolutamente rentables. No estamos haciendo favor a ninguna economía si limitamos el acceso a las direcciones generales de las empresas a una parte de la población simplemente por su condición de mujer. Y os lo dice un hombre, que es quien escribe este artículo.
El problema muchas veces trasciende más allá de eso. Hay mujeres que están al cargo de empresas que han denunciado que tienen mayores dificultades que los hombres para obtener financiación con los bancos. El ratio de éxito para unos y para otras en este cometido está lejos de ser el mismo y eso responde a una situación similar a la que estábamos mencionando más arriba: todavía hay personas que no se fijan que una mujer pueda dirigir en condiciones de una empresa. El problema es que, si esto lo cree el dueño de un banco, que es muchas veces quien tiene que financiar nuestros proyectos, tenemos un problema de enormes dimensiones.
Si, además, la empresa que dirige una mujer es una pyme, los problemas se vuelven a multiplicar. Casos como estos los hemos tenido a miles en España y lo cierto es que es una verdadera lástima que un proyecto que puede ser tan viable económicamente como otro no se financie por el simple hecho de que al volante se encuentra una mujer. ¿En qué clase de sociedad nos estamos convirtiendo para permitir esto? ¿Realmente hemos evolucionado tanto como se dice en materia de igualdad de derechos entre hombres y mujeres? A veces, da la sensación de que España sigue anclada en 1950. Me duele decirlo, pero es así.
Son muchas las mujeres que, ante la negativa de los bancos para financiar los proyectos empresariales que tienen entre manos, han decidido recurrir a otro tipo de organizaciones financieras para obtener el dinero que necesitan para sacar adelante su empresa a través de diversas fórmulas. En la web de Findango Finance podemos ver que existen fórmulas como el descuento de pagarés, el anticipo de facturas, la financiación confirming o los préstamos para empresas, útiles todos ellos para continuar hacia adelante con un proyecto empresarial que genera riqueza para nuestra economía y promueve la creación de empleo.
El índice de éxito que tiene una mujer al cargo de una empresa es similar al que tiene un hombre. A fin de cuentas, unos y otras son personas humanas que cometen errores y que también aciertan. No cabe la menor duda de que no debería existir ningún tipo de discriminación a la hora de ofrecer financiación a unos y a otras. Lo contrario, como ya hemos dicho, es echarnos piedras sobre nuestro propio tejado y hacer que una parte de nuestra población desista de sacar adelante su plan empresarial con todos los beneficios que se puede tener no solo para esa persona, sino para la sociedad en su conjunto.
La liquidez, un problema para muchas empresas
Otra noticia publicada por el diario El Economista indicaba que 700.000 pymes en España tienen problemas de liquidez, sobre todo después de haber tenido que hacer frente a una situación como la derivada del coronavirus y el aumento del coste de los suministros provocado por la guerra de Ucrania. Al mando de esas empresas se encuentran hombres y mujeres, gente que necesita colaboración de otras entidades para sacar adelante su empresa. Ayudar a unas personas y no a otras por una simple cuestión de sexo no es profesional.
Encontrarse en problemas de liquidez es algo que, como acabáis de comprobar y como seguramente ya conocíais de antes, es bastante habitual en un contexto económico que no ha sido fácil para nadie y que ha deparado además el cierre de numerosas empresas de distintos sectores económicos. La liquidez es uno de los conceptos más importantes que debemos controlar cuando estamos al cargo de una empresa porque, de lo contrario, nuestra entidad caminará por la vida con pies de barro. Pero es lógico que haya que pedir ayuda para conseguirla.
¿Serías capaz de dirigir una empresa?
Dirigir un negocio es posiblemente la actividad más complicada a la que se puede enfrentar una persona a lo largo de su vida. Debemos tener en cuenta que vamos a tener una enorme presión sobre nuestros hombros ya que de las decisiones que tomemos va a depender el futuro de nuestro negocio y el personal. Por tanto, hay que meditar bien el camino que queremos recorrer y valorar todas y cada una de las posibilidades que tengamos en cada momento para gestionar correctamente nuestro negocio.
¿Serías capaz de enfrentarte a una situación así? Muchas veces, criticamos a los empresarios y empresarias por las decisiones que toman. Lo vemos todo demasiado fácil y creemos que seríamos capaces de dirigir la empresa del mismo modo que dirigimos un equipo de fútbol en el FIFA. Pero la realidad es muy diferente a todo eso. ¿Seríamos capaces de trabajar mucho más que 8 horas al día y mucho más que 40 a la semana? ¿Seríamos capaces de seguir gestionando asuntos ligados al negocio un domingo por la mañana, el lugar de estar disfrutando de la vida en algún bar con nuestra familia?
Tiene un mérito tremendo ponerse al frente de una empresa con independencia de que seamos hombres o mujeres. Siempre se ha dicho que los hombres son más fríos en un cargo como este y que las mujeres suelen tener en cuenta otros factores más allá del económico, factores como la creatividad, la empatía… Lo cierto es que una persona puede apostar por cualquiera de esos factores con independencia de cuál sea su sexo, no hay que encasillarnos. Estamos convencidos de que hay personas en uno y otro género que hacen su trabajo de una manera excepcional y que son capaces de convertir un pequeño negocio en una empresa con mucho futuro por delante.
No es tan fácil ponerse al mando de una empresa. Hay que hacer muchos sacrificios para conseguir que el trabajo que estamos desempeñando salga adelante y se obtengan los resultados que estamos deseando. Habrá muchas personas que digan que los emprendedores manejan mucho dinero y que tienen una vida económicamente plácida, pero… ¿qué hay de los sacrificios que han hecho para conseguirlo? De eso muchas veces no se habla y tiene un valor tremendo. No todos los que estamos dentro de este artículo seríamos capaces de sacrificar un porcentaje enorme de nuestro tiempo libre por sacar adelante una empresa. Una vez escuché decir a un emprendedor que tener una empresa es como tener un hijo o una hija. Y la verdad es que no puedo estar más de acuerdo con eso.
Si creéis tener una buena idea empresarial, continuad adelante con ella, aunque seáis mujeres y creáis que este sigue siendo un mundo para hombres. Yo estoy convencido de que en España van a cambiar muchas cosas y que la figura de la mujer como empresaria va a estar mucho más reconocida. Espero no equivocarme, pero la realidad en muchos de los países que conforman la Unión Europea es esa.
La mejor manera de construir una sociedad próspera es facilitar que todo tipo de emprendedores y emprendedoras puedan desarrollar sus proyectos. Ya nos hemos tirado demasiadas piedras en el pie en España en este sentido y es hora de cambiar las cosas. Cuantas más empresas se crean y tengan futuro, más trabajo va a existir en el interior de nuestras fronteras, más vamos a facturar, más ingresos vamos a tener, tanto las empresas como las personas. ¿Quién no puede querer eso?